Giacometti, lo real fantástico

Alberto Giacometti (mil novecientos uno-mil novecientos sesenta y seis) fue uno de los mayores escultores del siglo veinte. La exposición de Grimaldi Forum Lo real fantástico (Montecarlo hasta el veintinueve de agosto), la retrospectiva más completa nunca presentada (doscientos treinta obras), prueba que fue asimismo un dibujante –incluidos sus tradicionales trazos con boli– y un pintor inusual. Conforme Christian Alandete, directivo artístico de la Fondation Giacometti, que desde dos mil catorce fomenta muestras en medio planeta, su legado artístico se divide, por mitades, entre pintura y estatua. Un artista total.

De casta le venía: su padre, Giovanni Giacometti (mil ochocientos sesenta y ocho-mil novecientos treinta y tres) fue un esencial pintor suizo, como su tío Augusto (mil ochocientos setenta y siete-mil novecientos cuarenta y siete). Y sus hermanos, Diego (mil novecientos dos-mil novecientos ochenta y cinco) y Bruno (mil novecientos siete-dos mil doce) asimismo destacaron: Diego como escultor y diseñador, y Bruno como reputado arquitecto técnico.

Causalidad y, ahora, casualidad: a poco más de cuarenta quilómetros al sur de Mónaco, sin dejar la Costa Azul, en Saint-Paul-de Vence, es posible admirar otras obras de Alberto al lado de las de su padre y sus hermanos en Los Giacometti, una familia de autores , programada en dos mil veinte por la Fondation Maeght. Postergada por la covid, abrió por último el día de ayer, mientras que la de Montecarlo. Dada la cercanía geográfica y temática, la entrada a una deja tarifa reducida para la otra.

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